“Los miles de millones de neuronas del cerebro se parecen a árboles de muchas especies distintas. En el interior de nuestro cráneo se halla un órgano tan inmenso en su complejidad que podría ser tan infinito como el universo”
Sebastian Seung, profesor de Neurociencia del MIT (Massachusetts Institute of Technology), presentará el próximo lunes 16 de julio el resultado de su investigación sobre conexiones neuronales plasmado en el libro “El proyecto Conectoma”.
Se trata del estudio más exhaustivo sobre la teoría del Conectoma publicado hasta la fecha. S. Seung compara el concepto de conectoma con el de genoma y señala que si nuestro genoma determina nuestros rasgos genéticos a partir de la conexión entre pequeñas moléculas (los nucleótidos, es decir, nuestro ADN), al conectoma le correspondería la tarea de aglutinar “la totalidad de conexiones entre las neuronas de nuestro sistema nervioso”.
Así, el cerebro humano se podría resumir con un diagrama parecido al del gusano nemátodo, aunque mucho más complejo. Y lo primero que revelaría es que “cada uno de nosotros somos individuos únicos”. Esto es algo que ya sabíamos, pero según indica Seung en su estudio, “ha sido sorprendentemente difícil señalar dónde reside la singularidad de cada uno”. ¿Y dónde reside esa diferencia?
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