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14 junio 2023

Jackie Ronne, la primera exploradora de la Antártida

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Los nombres de Amundsen y Scott son de sobra conocidos, por la pugna que ambos mantuvieron en 1910-1912 por la conquista del Polo Sur. El noruego Roald Amundsen fue el primero, y por ello merece la fama que adorna su memoria. Pero si Robert Falcon Scott, el segundo, obtuvo el reconocimiento de quien perdió la vida en el intento, el podio no estaría completo sin un tercer hito, la primera mujer. La estadounidense Jackie Ronne no fue la primera en pisar el continente blanco, pero sí la primera exploradora antártica; o como ella misma tituló su autobiografía, la “primera dama de la Antártida”.     

Jackie se unió a la expedición de Finn Ronne como historiadora y reportera, escribiendo artículos bajo el nombre de su marido. Cortesía del libro Antarctic Pioneer: The Trailblazing Life of Jackie Ronne , de Joanna Kafarowski (Dundurn Press, 2022)

Decía Edith Ann Maslin (13 de octubre de 1919 – 14 de junio de 2009) en 2000, en una entrevista con el también explorador Brian Shoemaker, que solo quienes no la conocían la llamaban por su verdadero nombre. Para los suyos fue siempre Jackie, y su apellido cambió cuando a los 24 años contrajo matrimonio con el explorador polar Finn Ronne. Por aquel entonces, en 1944, el nombre de Jackie no parecía destinado a unirse a la Antártida, salvo por ser “la mujer de”. Nacida en Baltimore y licenciada en Historia, desempeñaba trabajos de funcionaria en el Departamento de Estado en Washington.

Fue allí, en torno a 1942, donde la clásica cita a ciegas a través de una amiga la llevó a conocer al capitán de la Marina Ronne, un emigrante noruego nacionalizado estadounidense cuyo padre había viajado con Amundsen, y que ya había iniciado su propia carrera en la exploración antártica como miembro del equipo del aviador Richard Byrd. Hacia el final de la 2ª Guerra Mundial, Finn planeaba liderar su propia expedición, que Byrd intentó boicotear. Y dado que el inglés era una segunda lengua para Finn, quien se ocupó del papeleo y la correspondencia fue su esposa.

Un viaje inesperado

El 25 de enero de 1947 la expedición de Ronne partió de Beaumont, Texas, a bordo del remolcador militar ATA-215, que la propia Jackie rebautizó como Port of Beaumont. Ella viajaba a bordo, pero sin intención de participar en la expedición. Su función era quedarse en EEUU como administradora y enlace de prensa, pero su marido le pidió que embarcara hasta Panamá para ultimar los preparativos, a lo que ella accedió. Después le sugirió que se quedara hasta Valparaíso, en Chile. Y luego le dijo, según recordaba ella: “Pienso que me serías de mucha más ayuda si hicieras el camino completo”. Ella se negó en redondo, pero Finn era insistente; finalmente Jackie se unió a la expedición como historiadora y reportera, escribiendo artículos bajo el nombre de su marido, ya que la prensa al principio desconocía su presencia.

BBVA-OpenMind-Yanes-Jackie Ronne primera eploradora Antartida_2 Jackie Ronne fue la primera exploradora antártica. Junto con Jennie Darlington, fueron también las primeras en invernar en la Antártida. Cortesía del libro Antarctic Pioneer The Trailblazing Life of Jackie Ronne , de Joanna Kafarowski (Dundurn Press, 2022)
Jackie Ronne fue la primera exploradora antártica. Junto con Jennie Darlington, fueron también las primeras en invernar en la Antártida. Cortesía del libro Antarctic Pioneer The Trailblazing Life of Jackie Ronne , de Joanna Kafarowski (Dundurn Press, 2022)

“Mi maleta contenía poco más que un buen traje, un buen vestido, medias de nylon y zapatos de tacón”, contaría después y solía repetir en sus conferencias. En Punta Arenas (Chile) se procuró el equipo necesario, además de lana y agujas para hacer punto. Y así comenzó un viaje en el que ella no fue la única mujer: pidió que la acompañara la esposa del piloto, Jennie Darlington, que también viajaba en el barco y que se tomó la oferta como una luna de miel extendida, ya que se había casado recientemente.

No fueron las primeras mujeres en la Antártida: en 1935 la danesa-noruega Caroline Mikkelsen había desembarcado en una de las islas de la barrera de hielo, y dos años después la noruega Ingrid Christensen había pisado el continente acompañada por su hija Augusta Sofie y otras dos mujeres, Lillemor Rachlew y Solveig Widerøe. Pero Ronne y Darlington fueron las primeras en invernar en la Antártida. Y mientras a la esposa del piloto se le atribuye un papel más bien pasivo —en sus memorias escribiría que la Antártida no era lugar para mujeres—, en cambio Jackie se convirtió de pleno derecho en la primera exploradora antártica.

La barrera de hielo del mar de Weddell y otros descubrimientos

Durante los 15 meses de expedición vivió con su esposo en una cabaña de poco más de 13 m2. Participó en las observaciones científicas, sobre todo sismológicas y mareales, sin olvidar su cometido original. La expedición exploró casi 650.000 km2 de territorio y mapeó desde el aire casi 1,2 millones de km2, incluyendo la costa del mar de Weddell, entonces la última gran línea costera inexplorada del planeta. Entre sus numerosos descubrimientos, demostró que los mares de Ross y Weddell no estaban conectados, y que por tanto la Antártida era un solo continente. La barrera de hielo del mar de Weddell fue bautizada por Finn con el nombre de su mujer. Hoy se denomina de Filchner-Ronne, honrando también al propio Finn y a su padre.

La barrera de hielo del mar de Weddell fue bautizada por Finn con el nombre de su mujer. Hoy se denomina de Filchner-Ronne, honrando también al propio Finn y a su padre. Crédito: Walter 64 / Alamy Stock Photo

Los 23 miembros de la expedición sobrevivieron, aunque no faltaron los graves accidentes ni los conflictos personales. La experiencia fue tan dura que, a su regreso a EEUU, Jackie aseguró que “nunca, nunca, nunca” regresaría a la Antártida. No releyó su diario hasta 47 años después, y no publicó sus memorias hasta 2004. Pero para entonces había regresado a la Antártida más de una docena de veces —una de ellas con su hija Karen— como conferenciante en barcos de crucero para divulgar las maravillas y la fragilidad del continente blanco, del que dijo: “Puedes haber acabado hasta las cejas, pero después de un rato, la magnificencia glacial y cruda te lleva de nuevo allí”. 

Ronne regresó a la Antártida más de una docena de veces como conferenciante en barcos de crucero para divulgar las maravillas y la fragilidad del continente blanco. Cortesía del libro Antarctic Pioneer The Trailblazing Life of Jackie Ronne , de Joanna Kafarowski (Dundurn Press, 2022)
Ronne regresó a la Antártida más de una docena de veces como conferenciante en barcos de crucero para divulgar las maravillas y la fragilidad del continente blanco. Cortesía del libro Antarctic Pioneer The Trailblazing Life of Jackie Ronne , de Joanna Kafarowski (Dundurn Press, 2022)

Jackie Ronne falleció de cáncer y alzhéimer a los 89 años, como una figura reconocida e inspiradora en la exploración y la protección de la Antártida. Como escribe su biógrafa Joanna Kafarowski en su libro Antarctic Pioneer: The Trailblazing Life of Jackie Ronne (Dundurn Press, 2022), “abrió el camino para otras mujeres que trabajarían, explorarían y tomarían decisiones políticas sobre la Antártida en los años venideros”.

Javier Yanes

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