Elaborado por Materia para OpenMind Recomendado por Materia
4
Inicio Soledad Funes, pionera en la transformación social desde la ciencia
14 junio 2024

Soledad Funes, pionera en la transformación social desde la ciencia

Tiempo estimado de lectura Tiempo 4 de lectura

Soledad Funes, primera mujer en coordinar la Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), defiende que la academia ha de trabajar en alianza con los gobiernos, el sector productivo y la sociedad para ayudar a orientar las decisiones políticas y encontrar soluciones a las consecuencias del cambio climático

Cuando Soledad Funes (Ciudad de México, 1975) iba al colegio, su maestra de biología llevó a su clase a conocer el trabajo de campo que realizaba un grupo de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se trataba de un proyecto para la conservación de las tortugas marinas en las playas de Michoacán. Allí decidió que quería estudiar biología. Lo que por entonces no sabía aquella niña curiosa, educada en una escuela alternativa, es que años después terminaría convirtiéndose en la primera mujer en coordinar la Investigación Científica de la universidad mexicana. “Es importante que las mujeres ocupemos altos cargos en la gestión, no solo por una cuestión de representatividad o visibilidad, sino también para incorporar perspectivas diferentes en la toma de decisiones”, declara.

En diciembre de 2023, Soledad Funes se convirtió en la primera mujer en ocupar la coordinación de la Investigación Científica de la UNAM. “En unos años, mi foto ocupará un lugar en medio de una galería donde ahora hay 18 varones”, apunta. Crédito: DGDC.

Soledad Funes se licenció en Biología en la UNAM e hizo un doctorado en Ciencias Biomédicas en su Instituto de Fisiología Celular (IFC). Después se mudó a Alemania, donde pasó casi siete años encadenando dos estancias posdoctorales en dos laboratorios diferentes de la Universidad de Múnich. “Me enfoqué más en bioquímica y biología estructural”, recuerda. Al segundo intento pudo regresar al IFC, en 2009, como investigadora con su propio laboratorio. “Mis líneas de investigación giran alrededor de lo que se podría llamar biogénesis mitocondrial“, describe. Se refiere a la variedad de reacciones y procesos que ocurren para que las mitocondrias –compartimentos celulares donde se produce la mayor parte de la energía que necesitamos para nuestras funciones metabólicas– funcionen adecuadamente. 

Funes, defiende el papel clave de la academia y las instituciones científicas en la búsqueda de soluciones: lo primero es generar nuevo conocimiento de ciencia, básica o aplicada, que ayude a entender los fenómenos asociados al cambio climático. Crédito: MICHAEL DANTAS / Getty Images.

En 2021, la doctora Funes pasó a dirigir el IFC, y ya ahí se dio cuenta de lo inspirador que podía resultar para las siguientes generaciones que una mujer ocupe un cargo de responsabilidad. “Nuestra sociedad ha construido muchas estructuras que han normalizado una gran diversidad de comportamientos violentos; desgraciadamente, el ambiente académico no se ha librado de reproducirlas”, reconoce. “Las mujeres hemos sido excluidas de ciertos cargos o de plazas académicas de manera sistemática”, denuncia. “El hecho de que ahora lleguemos a más puestos de responsabilidad y toma de decisiones facilita el romper con la larga tradición de discriminaciones, y no solo contra las mujeres”, añade. El cambio, “que no ha sido ni espontáneo ni sencillo”, es resultado de una lucha de décadas, asegura. “Quienes estamos hoy en estos puestos somos solamente el reflejo de la lucha de muchas que nos precedieron”, remacha.

“El que las mujeres ocupemos puestos de autoridad tiene necesariamente un impacto en la construcción de ambientes académicos y laborales más igualitarios y respetuosos. Hemos sido excluidas de ciertos cargos o de plazas académicas de manera sistemática”

“En unos años, mi foto ocupará un lugar en medio de una galería donde ahora hay 18 varones”, apunta la doctora Funes aludiendo a su actual posición al frente de la investigación científica de la UNAM, a la que accedió en diciembre de 2023. Desde ella, busca reforzar los cuatro programas universitarios que abordan problemas emergentes relacionados con el cambio climático y la sustentabilidad. Son iniciativas que parten de la comunidad académica para conectar y trabajar conjuntamente con entidades externas, públicas y privadas: Programa Universitario de Alimentación Sostenible (PUAS), Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC), Programa Universitario de Estudios Interdisciplinarios del Suelo (PUEIS), Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Enfermedades Emergentes (PUIREE).

BBVA-OpenMind-S Garcia-Soledad Funes pionera en la transformacion social de America Latina desde la ciencia_3 UNAM lidera en México la iniciativa multidisciplinar GLACIER para fortalecer los mecanismos de vigilancia epidemiológica, y la prevención de enfermedades infecciosas aumentando así nuestras capacidades de prevención, monitoreo, atención y tratamiento ante futuras pandemias. Crédito: CMB / Getty Images.
UNAM lidera en México la iniciativa multidisciplinar GLACIER para fortalecer los mecanismos de vigilancia epidemiológica, y la prevención de enfermedades infecciosas aumentando así nuestras capacidades de prevención, monitoreo, atención y tratamiento ante futuras pandemias. Crédito: CMB / Getty Images.

UNAM lidera en México la iniciativa multidisciplinar German-Latin American Center for Infection and Epidemiology Research and Training (GLACIER), que involucra instituciones de Alemania, Cuba y México. “Tiene como objetivo fortalecer los mecanismos de vigilancia epidemiológica, y la prevención de enfermedades infecciosas a través de la implementación de acciones que robustezcan la investigación y la formación de recursos humanos, aumentando así nuestras capacidades de prevención, monitoreo, atención y tratamiento ante futuras pandemias“, detalla Soledad Funes.

“Los efectos de la explotación descontrolada de recursos, inconsciente e individualista, se perciben cada vez más. Ya no es solo el agua o la extinción de una especie; lo que está en juego es la vida en el planeta como la conocemos y, por lo tanto, nuestra propia existencia”

“La alteración de ecosistemas y pérdida de biodiversidad, derivados en gran medida de la sobreexplotación de recursos no renovables, generan un desequilibrio ambiental que está llevando al planeta a puntos de no retorno”, advierte la investigadora. Ella defiende el papel clave de la academia y las instituciones científicas en la búsqueda de soluciones ante las amenazas y desafíos a los que nos enfrentamos. Lo primero es generar nuevo conocimiento de ciencia, básica o aplicada, que ayude a entender los fenómenos asociados al cambio climático. Por supuesto. Pero, a su juicio, hay que ir más allá, difundiendo y presentando lo que dice la ciencia a los tomadores de decisiones y a la sociedad en general, “de manera que se promueva la adopción de políticas públicas basadas en evidencias en favor de la sostenibilidad”. 

BBVA-OpenMind-S Garcia-Soledad Funes pionera en la transformacioon social de America Latina desde la ciencia_4 Al frente de la investigación científica de la UNAM, Soledad Funes busca reforzar los cuatro programas universitarios que abordan problemas emergentes relacionados con el cambio climático y la sustentabilidad. Crédito: Giovanni Bortolani / Getty Images.
Al frente de la investigación científica de la UNAM, Soledad Funes busca reforzar los cuatro programas universitarios que abordan problemas emergentes relacionados con el cambio climático y la sustentabilidad. Crédito: Giovanni Bortolani / Getty Images.

En su opinión, “es crucial trabajar en alianza entre academia, gobierno, sector productivo y sociedad, para que el conocimiento llegue a desplegar toda su capacidad transformadora y haga posible una sociedad más igualitaria, justa e incluyente, en armonía con el medio ambiente”, insistirá varias veces a lo largo de la entrevista. Por esa línea se mueve la UNAM, pronunciándose en temas de relevancia pública como la transición energética o la gestión sostenible del suelo, de los recursos hídricos, y de los métodos de producción de alimentos. O desarrollando proyectos para generar herramientas y estrategias que enfrenten el cambio climático, mejoren la calidad del aire y fomenten el desarrollo sostenible en áreas urbanas.

“Quienes estén pensando en dedicarse a la investigación tienen alternativas no académicas, como la industria privada o el emprendimiento. También hay otras salidas como el desarrollo de políticas públicas, el periodismo o el trabajo editorial en revistas científicas”

“La juventud tiene muy claro que, en cuestiones ambientales, no hay problemas individuales; cada una de las decisiones que se tomen afectan al planeta y, por lo tanto, a la humanidad en su conjunto”, observa Soledad Funes. “Si se quiere hacer algo para contener el daño que ya existe, deben considerarse perspectivas transversales y multidisciplinarias”, concluye.

 

Elena S. García

Comentarios sobre esta publicación

El nombre no debe estar vacío
Escribe un comentario aquí…* (Máximo de 500 palabras)
El comentario no puede estar vacío
*Tu comentario será revisado antes de ser publicado
La comprobación captcha debe estar aprobada